jueves, 27 de diciembre de 2012

Las Belén Esteban de la Actividad Física


Las Belén Esteban de la Actividad Física
Como reza el inicio de mi blog, en él pretendo dar rienda suelta (de una forma lo más ordenada posible) a las reflexiones que me hago cada cierto tiempo y que están relacionadas con el mundo del deporte y la actividad física. Un tema sobre el que últimamente he debatido e incluso discutido (siempre de forma amigable) es el de los nuevos piratas laborales (aunque no son tan nuevos…) que abordan el barco de la actividad física. Pero permitidme hacer una introducción un poco más, no sé, interesante… Afortunadamente tengo bastantes amig@s, l@s cuales por suerte (¡si no, qué aburrimiento de vida!) tienen profesiones distintas a la mía. Voy a hacer bastante hincapié en ese concepto, el de “profesión”, ya que a día de hoy si me preguntan, no soy capaz de definir exactamente lo que soy…profesor, preparador físico, investigador… Soy un pluriempleado del deporte. Bueno, el caso es que hablando con mis amig@s te das cuenta que los que han ido a la universidad y tienen la gran suerte de desarrollar sus profesiones, se han especializado bastante para estar donde están. En un mercado laboral tan competitivo como el actual y donde cada día se exige más especialización y formación, ¡resulta que en nuestro campo todo va al revés!. ¿Y cómo es eso os preguntaréis?. Bueno, permitidme poneros un ejemplo que es muy sencillo. Yo estudio 4 años de carrera, un master de 1-2 años, varios cursos de especialización, un doctorado y lo más probable, dada la situación actual, es que acabe trabajando en un gimnasio como entrenador personal o “personal trainer” (que queda mucho más “fashion”), cobrando 9 Eur la hora y dejando mi salud tanto física (si es que me involucro demasiado con la clientela) como psíquica (realizando 8-10 clases individualizadas al día) por el camino. A mi lado tenemos a mi compañer@ “X”, que ha sido deportista de más o menos nivel, y que mantiene una buena apariencia. Ha estudiado un curso ccc de entrenador personal de un fin de semana. Bueno, no vamos a ser hirientes, la duración es de 2 semanas. También tiene un curso de masaje de 6 meses, otro de pilates de 6 horas, y es entrenador de tenis después de un fín de semana intensivo. Los dos trabajamos en el mismo sitio, cobramos lo mismo y tenemos las mismas condiciones. Hasta aquí todo normal, ¿verdad?. Para la mayoría de vosotros es algo normal, puedo hasta comprenderlo…aunque no compartirlo, y os diré porqué. Cuando vais a la consulta del fisioterapeuta os gusta ver todos sus títulos en las paredes, y saber que estáis en buenas manos ¿verdad?. Si vamos un poco más allá, cuando vamos al médico presuponemos que estamos también en buenas manos ¿no?. No nos cuestionamos que estos profesionales están ejerciendo bajo unas condiciones de regularización laboral optimas. Si vamos al dentista, no nos vamos a poner en manos de un “matasanos” salido de una película del oeste ¿verdad?. Claro, la diferencia básica es que en estos últimos casos nos podemos jugar la vida. Como ejemplo, los casos de “cirujanos plásticos” salidos de la facultad “Nick Riviera”, y que provocan graves problemas de salud. Entonces, si cuando estamos tratando con nuestra salud, ¿por qué cuando acudimos a centros deportivos a mejorarla no exigimos que las personas que trabajan allí tengan la mayor cualificación posible?.  Hoy día, "aparentemente" todo el mundo sabe sobre deporte y actividad física, y cada vez son más los que se suben al carro en el mundo de la preparación física y el entrenamiento personal. Haciendo una comparación con el mundo del periodismo (y que me perdonen los periodistas), ¿Es lo mismo Juan Ramón Lucas que Belén Esteban?. Podríamos decir que ambos son comunicadores ¿no?. Una simple reflexión navideña….
Espero que después de vuestras vacaciones, y cuando os decidáis a volver a los gimnasios y centros deportivos para recuperar esa “forma” física perdida por los excesos navideños, os surja la duda de: “en qué manos me estoy poniendo?.. o no. Todo vale…

jueves, 23 de agosto de 2012

Verdades como puños - El País (22/8/2012)

La burbuja universitaria

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/08/22/actualidad/1345633992_100130.html

 A esta altura de la larga película parecen bastante claras las causas específicas de la crisis en España: unos líderes políticos regionales y locales aliados con especuladores varios, especialmente inmobiliarios, han hundido unas cajas de ahorro que hasta hace unos pocos años eran un modelo de banca social. Mientras tanto, los que tenían que vigilar incumplieron su deber básico de evitar el desorden generalizado o fueron demasiado cobardes para frenar la alegría generalizada en la que demasiados ciudadanos de a pie participaron sin pensar bien en dónde se metían.
No afirmaré que el comportamiento de la universidad española en estos últimos años haya sido el mismo que el de las cajas de ahorro, pero lamentablemente ha tenido rasgos en común.
La universidad española hace años que inició un proceso de crecimiento y mejora realmente notable (en buena medida como el resto del país). Sin embargo, hace tiempo que empezaron a aparecer algunos problemas estructurales que nos hacían a muchos prever que avanzábamos por caminos peligrosos: sistemas de financiación injustos y poco estimuladores de la eficiencia; carencia de un sistema de ayudas a los estudiantes realmente eficaz; falta de una verdadera carrera profesional a la vez flexible, incentivadora del mérito y eliminadora de vagos; y por encima de todo el grave problema de la gobernanza de las universidades que han estado dirigidas (en esto sí se parecen mucho a las cajas) con criterios políticos (cuando no politiqueros), localistas (cuando no meramente palurdos) y casi siempre por personas con escasa capacidad gestora, de escaso liderazgo y sin visión de futuro.
En este entorno, no muy diferente del dominante en el resto del país, las universidades se dedicaron a construir edificios maravillosos, campus por doquier que son la envidia de todos los visitantes extranjeros (que tuercen el gesto cuando se aperciben que esos edificios, que ellos no tienen, se han construido en buena parte con fondos europeos). Los profesores universitarios, estimulados por el sistema, se han dedicado a publicar masivamente artículos académicos de dudosa utilidad (el noveno país del mundo en número de publicaciones, pero el 13 en PIB muestra un cierto desajuste); y, para completar los desatinos, en estos últimos años los dirigentes universitarios (a la par, ministeriales e institucionales) se han dedicado como posesos a desarrollar los llamados Campus de Excelencia Internacional, generando más deuda pública y otorgándose a sí mismos la categoría de "excelencia internacional". Parece obvio que la excelencia internacional solo podría otorgarse desde fuera, pero esto no parece importar a unos dirigentes que, para no desentonar del resto de los líderes patrios, en su mayoría no son capaces de desenvolverse en otras lenguas.
Mientras tanto, las autoridades públicas, en buena medida pertenecientes a la misma casta de los dirigentes universitarios, muy especialmente en los últimos años, no solo no han hecho nada por corregir los problemas sino que los han estimulado.
Se han dedicado a todo lo vistoso: una "burbuja universitaria" de edificios brillantes, publicaciones superfluas y excelencias falaces, pero se han olvidado de lo más importante: el aprendizaje de los estudiantes. La universidad española ha perdido la oportunidad de aprovechar las reformas para cambiar un modelo obsoleto de enseñanza, que mata la innovación y la creatividad, que produce graduados que tienen como mayor aspiración hacer oposiciones y que aburre hasta la saciedad a nuestros jóvenes que acaban convirtiendo el botellón es su gran experiencia universitaria. Un nuevo modelo educativo era el objetivo del proceso de Bolonia, pero entre unos y otros se ha echado a perder... igual que las cajas de ahorro. Espero que los jóvenes graduados que se están marchando de este país, y los que se quedan pero con poco futuro, algún día les pidan cuentas a los responsables de las universidades (y no solo de las universidades) por el daño que les han hecho.

José Ginés Mora es profesor de la Universidad de Londres y de la Politécnica de Valencia.

martes, 21 de agosto de 2012

Nuevo libro: Fundamentos del Entrenamiento de la Condición Física para Jugadores de Tenis en Formación

Aquí os dejo la referencia del primer libro que hemos publicado a través del Área de Docencia e Investigación de la Real Federación Española de Tenis (RFET). Después de unos años de colaboración intensa con el Área y más específicamente con mi amigo y compañero David Sanz Rivas, consideramos oportuno reflejar en un libro toda la información relacionada con el trabajo de preparación física en jugadores en formación proveniente de la bibliografía específica, que pensamos que podría ser útil para los técnicos, preparadores físicos, e incluso, para los propios jugadores. Consideramos que esta etapa de maduración y desarrollo es crítica, y el entrenamiento entraña toda una serie de compromisos para el jugador, que deben ser tenidos en cuenta por el entrenador para poder adecuar las cargas de trabajo al jugador, de forma que podamos cumplir la premisa de la calidad del trabajo por encima de la cantidad. En el libro he tenido la suerte de contar con la colaboración de mis compañeros David Sanz, Alberto Mendez, Pedro Zierof y Victor Moreno.
Espero que os resulte interesante.


Si estáis interesados el libro se podrá adquirir a través del Área de Docencia e Investigacion de la RFET (docencia@rfet.es) al precio de 20 Eur. 

No es país para brillantes


En los últimos meses la lectura de los diarios nacionales me resulta cada vez más dolorosa. Habitualmente la parte del día en la que, como cualquier otro emigrante que añora su país de origen, me siento a leer la prensa escrita vía internet, suele ser bastante amena e interesante, donde me mantengo al día, alegrándome o entristeciéndome por lo ahí leído. Pero en estos últimos meses de esta crisis política e institucional he cambiado. No podría explicar cuál es el sentimiento exacto, pero he pasado de ser un emigrante orgulloso de mi país de origen a sentir algo parecido a vergüenza ajena. He pasado de la sensación de ir con la cabeza bien alta al decir “soy español”, al agacharla cuando lo digo y empiezo a pensar lo que hay por allí. Como leí hace poco en un diario de tirada nacional, España se ha convertido en un país de mediocres, “que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad”.  Supongo que al escribir esto muchas personas pensarán que soy un antipatriótico, etc.. Pero este es el sentimiento que tengo desde hace unos meses, y que se va incrementando cada día un poco más. Sin entrar a discutir cosas que quedan muy alejadas de mi campo de conocimiento, como la prima de riesgo o los productos complejos, hablaré de algo que conozco más o menos, de la mediocridad del sistema deportivo y educativo español. Y ¿porqué? se preguntarán muchos; pues porque es el sector en el que me ha tocado vivir y trabajar, y el rumbo que está tomando es catastrófico. Algunos se preguntarán, ¿y qué importa el deporte cuando estamos ante una crisis económica y social tan profunda?. Quizás tengan razón, y no importe nada. Para mí el concepto de deporte es sinónimo de salud, o de valores como el esfuerzo individual, características que creo que son importantes para nuestra sociedad. De todas formas, simplemente me gustaría hacer alguna reflexión al respecto.
Una vez acabados los Juegos Olímpicos de Londres llega el tiempo de las reacciones institucionales. Unos echan “balones fuera”, otros simplemente no hablan, y los hay que hablan del buen resultado de nuestro país, dada la crisis que sufrimos y que la inversión en deporte es muy inferior a la de otros países europeos, como Reino Unido, Francia o Alemania. Es más, a alguno se le “llena” la boca cuando habla de la excelencia de nuestras deportistas y el papel tan extraordinario que han hecho en los JJOO (Vamos, en otras palabras, que les “han salvado el culo” de una vergüenza nacional). Pero a Domingo día 19 de Agosto de 2012 la cruda realidad vuelve a nuestras vidas, y es que el único deporte que existe en España es el fútbol. Queda ya lejano el recuerdo de unas mujeres brillantes y luchadoras, como Maider Unda o Maialen Chourraut entre muchas otras, que aún practicando deportes minoritarios salvaron a España de un ridículo monumental. Lo único que importa ahora es la goleada del Barcelona, o el calor que hacía en Madrid y lo “mal” que lo pasaron los jugadores.  Como brillantemente escribió Emilio Sánchez-Vicario hace pocos días en su blog (http://emiliosanchezvicario.wordpress.com): “Y esa realidad tan dura viene de que nuestra cultura no es deporte, nuestra educación no incluye el deporte, y nuestra sociedad no es deportista”.
¿Cómo podemos conseguir que un/a niño/a practique deporte y pueda llegar a ser deportista profesional, e incluso conseguir una medalla olímpica?. Sin entrar en más detalles, el proceso que va desde la práctica de actividad físico-deportiva con las clases de Educación Física, pasando por la iniciación deportiva, y terminando por la etapa de alto rendimiento deportivo que puede concluir con la consecución o no de títulos como las medallas olímpicas, es un proceso extremadamente complejo. Este proceso se va a ver afectado por muchos factores, entre los que según mi humilde opinión destaca la Educación. Está claro, al menos para mi, que el sistema educativo debería promover la práctica de actividad física simplemente por el hecho de que hay estudios que han demostrado que el ejercicio físico sistemático mejora la salud psíquica y física, y al mismo tiempo contribuye de modo positivo al proceso de aprendizaje. Además, la Educación Física puede contribuir notablemente a la lucha contra las tendencias negativas en materia de salud, luchando contra los estilos de vida sedentarios y la obesidad. Simplemente, la Educación Física implica calidad de vida, felicidad, autoestima y sencillamente te hacer vivir más y mejor. Pero la mediocre realidad que hay en España es que es el único país de Europa donde la Educación Física no está incorporada al currículo de 2º de bachillerato. La mediocre realidad es que los países con mejores resultados académicos según el informe PISA, dedican más porcentaje de tiempo escolar a la Educación Física. España 8% en primaria y 6,6 % en secundaria (7,3 de media), frente al 11,8 en Francia, 8,9 en Alemania u 8,1 en Finlandia. La mediocre realidad es que la mitad de los estudiantes de secundaria españoles solo hacen actividad física en las clases de Educación Física (y se pretende reducir, porque es una asignatura “María”). Pero no todo son malas noticias, ya que, ¡tachán!, ¡España es líder en algo!. Y es que recientemente hemos “descubierto” que España es el país de Europa con mayor tasa de obesidad, que afecta a uno de cada cuatro adultos y a uno de cada tres niños. Además, el 60% de los españoles sufren sobrepeso. ¡Y no se queda ahí!, porque España es líder europeo en obesidad en adultos aproximándose a Estados Unidos, mientras que en la infantil España tiene la mayor tasa de obesidad del mundo, igualando o superando a los americanos. Ahora podríamos decir eso de: “soy Español: a qué quieres que te gane?”. A fecha de 2011, en España las enfermedades derivadas del sedentarismo supusieron el 8% del gasto sanitario. Según varios estudios publicados en la prestigiosa revista The Lancet, el sedentarismo causa en el mundo al año tantas muertes como el fumar. Esto representa aproximadamente una décima parte de las muertes por enfermedades cardiovasculares, diabetes o cáncer. A día de hoy se sabe que prácticamente no hay tipo de enfermedad que no mejore en personas que hacen ejercicio con regularidad (las que tienen que ver con el sistema circulatorio, metabólico, pero también las mentales o incluso las que en apariencia no tienen nada que ver, como los tumores). Ante este panorama aún hay personas que piensan que si se les quita una hora de otras materias a los niños, éstos van a ser menos competitivos en el futuro.
La relación Educación-Deporte no termina en la Educación obligatoria, sino que se extiende a lo largo de toda la vida universitaria, o más bien, debería hacerlo. El caso de España, como no, es bastante peculiar en este sentido. Nos encontramos con un modelo que no solo no facilita que un deportista de alto nivel pueda combinar su actividad deportiva con los estudios, sino que en la mayor parte de los casos se penaliza. No será la primera vez que se escuche en los “corrillos” de profesores frases del tipo: “mira a este, piensa que va a ser olímpico”, o “pretende que le cambie un examen porque va a jugar al bádminton a 300 km de aquí, ¡menuda cara!”. Y esta es la triste y mediocre realidad. El que quiere compaginar la competición deportiva con los estudios tiene dos opciones: o irse a otros países como Estados Unidos, donde se puede estudiar y entrenar en sus universidades gracias a becas deportivas, o quedarse en España e intentar “lidiar” como buenamente se pueda con profesores, horarios, etc.., proceso que llega a ser agotador, y que en muchos de los casos acaba con la carrera deportiva de los estudiantes.  Aunque está claro que se podría discutir mucho sobre el modelo universitario americano, a modo de ejemplo, en los últimos JJOO se han contabilizado 282 medallas de deportistas que han pasado por el deporte universitario americano (de 79 universidades diferentes), 136 de ellas medallas de oro. Es bastante interesante ver que por ejemplo dos universidades, University of Southern California y University of Florida, estarían por delante en el medallero de países como España o Brasil (http://www.nerdwallet.com/blog/education/olympics-medals-universities-vs-countries/#.UDEtE00aNIE).  Quizás esto no tenga mucha importancia, pero es un ejemplo claro de que algo no funciona en España. Después de muchas legislaturas y cambios en el sistema educativo español, seguimos en el mismo punto. Analizando la lista de las mejores universidades del mundo no hay ninguna española entre las 200 primeras. Si nos adentramos un poco más y analizamos la calidad por especialidad, en este caso centrándonos en las Facultades de Ciencias del Deporte, no vamos a encontrar ninguna dentro de las 500 primeras. Podríamos decir sin ninguna duda que nos encontramos en el “top manta” de la clasificación.  A qué podemos achacar esta situación? Acaso la educación recibida no es buena? Acaso no salen buenos profesionales de las facultades?. Por supuesto que es buena, y por supuesto que salen buenos profesionales. ¿Pero cómo mejorar un sistema (en este caso el universitario), cuando nos encontramos ante uno de los problemas más arraigados en la Universidad española y que es el bajo nivel de competencia existente entre sus centros y profesorados?. Apenas hay incentivos que permitan distinguir de forma sistemática entre prestigiosos y mediocres investigadores y docentes, y se sigue estando en un mundo donde se “promocionan” a los amigos o becarios de turno, sin importar la calidad de sus currículos.  Ante un concurso de acceso como personal docente e investigador la respuesta es sencilla, se manejan los criterios y baremos de selección para favorecer al más mediocre. Resulta lamentable que la institución que forma a los universitarios sea incapaz de trabajar con el mejor capital humano disponible por razones que no logro comprender. Parafraseando esa brillante editorial anteriormente mencionada: “Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada”.
Ante este panorama siempre nos quedará rezar para que sigan apareciendo atletas como Rafael Nadal, Pau Gasol, Mireia Belmonte, Laura Ester, Maider Unda o Maialen Chourraut, entre otras/os, que nos hagan olvidar la realidad ante la que nos encontramos, y que justifiquen a esos políticos y dirigentes “de palillo entre los dientes”. Cuando éstas/os no estén, supongo que despertaremos del “dulce” sueño. Es curioso observar cómo dirigentes deportivos de este país se intentan justificar en los medios de sus políticas/fracaso hablando de reflexionar sobre “trabajo planificado” u “objetivos marcados”, cuando en sus respectivas federaciones no han tenido un director deportivo en los últimos tres años. Y yo me pregunto: ¿quién ha sido el responsable de la planificación deportiva de esa federación?.
Como última reflexión, y en relación a la práctica deportiva en España, destacar la última reforma del IVA. Subida de un 161% para el deporte, incluyendo a gimnasios, clubes, torneos deportivos, etc... Si a esto le sumamos la ya de por sí pobre práctica deportiva, el resultado será catastrófico. No sólo la práctica deportiva general se verá reducida sino que habrá menos gimnasios, menos eventos y les tocará a los más débiles (pequeños negocios y clubes) pagar el “pato”, o sea desaparecer. Al final la competición se reducirá, y con ella el nivel deportivo, y el recuerdo de los “Nadales y Gasoles” será sólo eso, un recuerdo. Ante esta situación de mediocridad que muchos no queremos compartir, los estamentos y responsables políticos y deportivos nos dejan claro las tres salidas a tomar: por tierra, por mar o por aire.


Jaime Fernandez Fernandez
Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
Profesor Asistente e Investigador en la Universidad Ruhr-Bochum (Alemania)